martes, 25 de octubre de 2016

Vieja receta Japonesa para rejuvenecer la piel


Hoy estoy feliz de poder compartir esta receta de belleza y rejuvenecimiento para pieles sensibles, apagadas, envejecidas, sin importar la edad o el tipo que tenga. 
  Es sacada de libros de recetas ancestrales japonesas, de las que utilizaban las geishas  para conservar la belleza y lozanía de la piel por más tiempo, he de decir que utilizada una ves por semana como rutina, se pueden notar sus efectos y la diferencia en la elasticidad y luminosidad de la piel;
 Los ingredientes no por sencillos la hacen menos efectiva;
          3 cucharadas de Arroz: 
El arroz es rico en ácidos linoleico y en escualeno, este es un compuesto orgánico natural que forma parte de nuestros tejidos. Su acción beneficiosa sobre las células lo convierte en un gran antioxidante, fortalece el sistema inmune pero también estimulan la producción de cologeno, que ayuda a combatir las arrugas y los perjuicios de los rayos de solares en la piel, el arroz en general es rico en vitamina E,  entre otras cosas.
        1 cucharada de miel:
Tiene propiedades anti bacterianas, cicatrizante y depurativas, otro de los compuestos con los que cuenta la miel, es el peróxido de hidrógeno y es ácida, lo que la hace genial para equilibrar y balancear el PH al tiempo que la protege y le ayuda a eliminar las impurezas.
           1 cucharada de leche:
Rico en ácido láctico, se utiliza en tratamientos anti edad, suaviza los contornos, reduce el daño solar, mejora la textura y el tono de la piel y su aspecto en general, fortalece los tejidos y defiende frente a los radicales libres 
 Preparación;
(Si es posible utilizar arroz ecológico libre de arsénico, si no, lavarlo bien antes de utilizar)
 Se hierve el arroz y se cuela, se puede reservar el agua para usar posteriormente.
 Se agrega la cucharada de leche caliente y la cucharada de miel, se bate todo bien y se aplica con el cutis limpio y seco, se deja actuar hasta que esté seca y se aclara con el agua de arroz que habíamos reservado.
  Pruébalo y ya me me contaras